Tesla, Lucid Motors, Rivian, Uber, Lordstown o Siemens son solo algunas de las 28 empresas que se han unido para crear ZETA (Zero Emission Transportation Association, por sus siglas en inglés), un lobby estadounidense cuya misión es perseguir que para 2030 todos los coches vendidos sean cero emisiones.
Con una misión por ahora centrada en Estados Unidos, ZETA pretende dar un empujón más a la implantación generalizada del coche eléctrico en un contexto en el que cada vez son más las regulaciones gubernamentales que ya han puesto fecha de caducidad a los motores de combustión.
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Sin ir más lejos, California se convirtió el pasado mes de septiembre en el primer Estado de EEUU en anunciar la prohibición de la venta de vehículos con motores diésel y gasolina desde 2035, mientras que en Europa Reino Unido anunció recientemente lo propio para 2030.
Para lograr su objetivo, ZETA considera que se deben lograr cinco pilares de políticas clave:
Incentivos a la compra de vehículos eléctricos.
Estándares de emisiones que permitan la electrificación total para 2030. Sin establecer cifras, ZETA asegura que «los objetivos de emisiones son una pieza clave para proteger la salud pública y enviar las señales de mercado correctas para respaldar y acelerar la transición al