El Toyota Camry es uno de los coches más vendidos a nivel mundial de Toyota. Solo en EE.UU., en 2019, se han vendido 336.978 unidades del Camry. El Camry llevaba ausente en Europa más de dos décadas, pero al igual que ha sucedido con el Toyota Highlander, la marca japonesa ha decidido traerlo al Viejo Continente, amparada en su eficiente mecánica híbrida. Aunque apenas lleva un año a la venta en Europa, la marca ha decidido aplicarle un lavado de cara. No solo se actualiza el plano estético, si no que estrena una necesaria actualización en su equipo de infotainment.
A nivel visual, el Toyota Camry recibe un lavado de cara muy ligero. Más bien deberíamos llamarlo actualización. En el frontal, el paragolpes ha sido rediseñado y en su parte inferior, las lamas horizontales se extienden hacia los lados del coche, mientras que antes quedaban acotadas en la parte central del paragolpes. De esta forma, el coche da la impresión de ser más ancho, más agresivo. A mayores, Toyota ha añadido al Camry nuevos diseños de llantas, de 17 y 18 pulgadas, además de un nuevo color para la carrocería llamado Deep Metal Grey.
El Toyota Camry es uno de los coches preferidos por profesionales de transporte de pasajeros, gracias a su gran espacio interior.
En la parte trasera del coche los cambios solo afectan a las ópticas LED, que tienen una firma lumínica diferente. Sigue siendo un coche diferente, con un diseño más parecido al de alternativas japonesas premium como el Lexus ES – basado sobre su misma plataforma, y con el que comparte mecánica – que a rivales europeos como el Volkswagen Passat o el Opel Insignia. Decididamente, un coche diferente, cuyo interior ha mejorado de forma considerable gracias a un nuevo sistema de infotainment, con una pantalla que crece hasta