El lujo es algo tan subjetivo que muchas veces el límite solo lo puede poner el dinero. Para muchos puede ser una comida con sus seres queridos pero igual para otros es comprarse un coche de varios millones de euros. Es por esta razón que existen firmas como Bentley o Rolls Royce. Sin embargo, el trabajo que han de llevar estas marcas es tan duro y complejo que a muchas no les compensa. La contrapartida está en que sus números son envidiable.
Bentley es uno de los fabricantes que mayor actividad está presentando en este aciago 2020. Han lanzado al mercado varias novedades pero el departamento Mulliner está «desatado». Tanto, que no hacen más que crear ediciones y versiones especiales para captar la atención de los clientes. La última, y más rara, tiene por protagonista a un material que se llama Tweed. ¿No te suena su nombre? ¿Sabes de qué está hecho? Pues te sorprenderá…
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El tejido Tweed que usa Bentley es cien por cien sostenible
En primer lugar, decir que el nombre del tejido Tweed proviene de un río con la misma denominación ubicado en Escocia. Teniendo en cuenta este dato, aclarar que este material es un tipo de lana áspera, cálida y resistente originaria de esta región. Se obtiene girando juntas varias hebras de lana de diferentes colores en un hilo de dos o tres capas. El resultado puede ser liso o tejido de sarga que muchas veces muestra un patrón llamado: herringbone.
Como particularidad, la pelusa que se crea en la superficie del tejido rechaza el agua. Además, el tweed tiene diversos acabados: el Harris, el Donegal (irlandés) y el Silk, entre otros. Pues bien, este mismo material que (de forma burda) podríamos encontrar en cualquier manta es el que propone Bentley para sus modelos. Para ello, la división Mulliner ha creado diferentes diseños