El Heraldo de Aragón se hace eco de un insólito caso: un conductor es cazado por un radar con su furgoneta a 184 km/h en una zona limitada a 60 km/h, el cual afirma no haber circulado a tal velocidad. El radar cuenta con todos los informes de calibración al día, pero finalmente, tras ir a juicio, consigue demostrar su inocencia debido a las intensas lluvias, ¿qué ha sucedido?
El conductor se enfrentaba incluso a un delito penal con ingreso en presión
Los hechos tuvieron lugar el pasado mes de enero en la carretera zaragozana N-232 a la altura de Mallen entre las 21:00 h y 22:00 h en un tramo limitado a 60 km/h por obras. El conductor, llamémoslo Pepe, no sólo se enfrentaba a una infracción muy grave por circular a más de 131 km/h que está sancionada con la retirada de 6 puntos y 600 €, sino también a la retira del carnet entre uno y cuatro años y la entrada en prisión entre tres y seis meses.
Pepe recurrió asegurando que en en ningún momento alcanzó dicha velocidad, por lo que el cinemómetro no debería funcionar correctamente o no estaría correctamente calibrado, sin embargo, sí que disponía del pertinente informe de calibración al día y se comprobó que funcionaba de forma correcta.
Sin embargo, fue en el momento de acudir ante los tribunales cuando Pepe hizo memoria y se acordó que aquella noche estaba lloviendo a cántaros, y estaba en lo cierto. Su abogada, Patricia Rodrigo, pidió un informe a la AEMET (Agencia Estatal de Meteorología) que confirmaba que durante esa franja la borrasca Gloria que azotaba la Península no solo dejó intensas lluvias en la zona, sino que hasta provocó nevadas, dando lugar a «una situación muy excepcional».
Con ese informe en la mano se recurrió a un ingeniero que