De una parte, parece que el futuro de la automoción pasa por la transición hacia la electromovilidad hasta que ésta, junto a la normativa ambiental y el mercado, acabe por olvidarse de los motores alimentados por combustibles fósiles tradicionales.
De otra, esta transición conlleva unos costes, tanto de fabricación como de venta y, por ende, de adquisición que hacen que los coches eléctricos e híbridos, independientemente del tipo de electrificación, sean cualquier cosa menos baratos.
La alternativa al uso de la gasolina o del gasóleo como fuente de energía para los motores tradicionales pasa, entonces, por recurrir a la producción y consumo de combustibles alternativos más respetuosos con el medio ambiente como pueden ser los combustibles sintéticos o e-fuels.
Proyecto Haru Oni o cómo salvar los motores térmicos
Y en esto versa el proyecto Haru Oni liderado por Porsche AG y Siemens Energy y auspiciado por el respaldo de otros socios en la empresa como son energética AME, la petrolera ENAP de Chile y la compañía italiana Enel habida cuenta del gobierno de Alemania, a través del Ministerio Federal de Economía y Energía.
Establecido en el enclave chileno en la región de Magallanes, donde, las condiciones geológicas y geográficas se ven respaldadas por los vientos del sur que surcan el país suramericano, Porsche y Siemens Energy han anunciado el acuerdo por el que ambas empresas pondrán en marcha un programa de desarrollo de combustibles sintéticos no contaminantes.
El fin de este proyecto es la producción de e-fuels que puedan suponer una alternativa ecológica a los combustibles tradicionales.
La elaboración de estos combustibles sintéticos se realizará de manera sostenible apoyándose en la energía eólica y solar generada en esta región chilena que permitan la generación de energía con turbinas eólicas Siemens Gamesa, la producción de hidrógeno sostenible y la conversión en combustible sintético.
El inicio de la producción de estos e-fuels no contaminantes empezará en 2022, en una fase inicial se estima una elaboración de unos 130.000 litros de combustibles sintéticos que, posteriormente, para 2024 debería ascender hasta 55 millones hasta que en 2026 se alcanzara los 550 millones del litros de combustible sintético generado.
Automovilismo deportivo, el laboratorio experimental de las marcas
Los e-fuels no contaminantes tienen la virtud de poder ser utilizados por coches con motores de combustión pero también en los híbridos enchufables por lo que podrían llegar a ser la salvación de este tipo de propulsores, sobre todo para marcas como Porsche que, a pesar de su apoyo a la movilidad eléctrica, renuncia a electrificar a su icono como es el caso del Porsche 911 que se resistirá a ser eléctrico, al menos hasta que no quede otra.
Además, dada la naturaleza de este tipo de fluidos, su comercialización podría darse, en paralelo, con la venta de otros combustibles como ya ocurre con los gases como el GLP o el GNC en estaciones de servicio donde se dispensa gasolina o gasóleo.´
De momento, el constructor ha anunciado que los combustibles sintéticos producidos en la planta chilena serán utilizados por los vehículos de competición de la marca dentro de los Porsche Experience Center dado que, de momento, no hay reglamento mundial o internacional que dé cabida a los combustibles sintéticos de Porsche.
La marca anuncia que “más adelante”, los e-fuels producidos en Chile pasarán a nutrir a los vehículos de producción en serie pero no se anuncia ni cuándo ni cuáles por lo que será interesante saber si no estamos ante el combustible que alimente a los Porsche 911 de un futuro no demasiado lejano.