Huir de un control de la policía no es una buena idea. Suele terminar de dos maneras: pillan al infractor o bien el infractor tiene un accidente. Y lo acaban pillando igualmente. Y eso es lo que ha pasado esta semana con el conductor de este Aston Martin DB6, valorado en casi 400.000 euros. No quiso parar en un control de la policía y terminó empotrando el DB6 en un centro cultural.
Los hechos ocurrieron en Francia, a medio camino entre Versailles y París. El pasado lunes, en un control de tráfico rutinario, con el país más o menos confinado, la policía dio el alto a un Aston Martin DB6. El conductor emprendió entonces una huída. Pero tampoco fue muy lejos. Unos pocos cientos de metros después, perdió el control del coche.
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Evitó la marquesina de una parada de autobús, pero se subió a un montículo que lo catapulto hacia el muro del centro cultural municipal de la localidad de Grigny. Por suerte no hubo que lamentar heridos.
Según informa el diario Le Parisien, el individuo de 35 años es un viejo conocido de la policía. Acumula nueve condenas por robo y en el momento de los hechos llevaba una brazalete electrónico de seguimiento impuesto en una anterior condena.
#BelleAffaire Cette après midi un conducteur a refusé d’obtempérer, il a fini sa course dans la façade