Toyota sube la apuesta a la pila de hidrógeno con esta segunda generación del Mirai, que se presenta con un aspecto más deportivo y sugerente, la promesa de un tacto de conducción más dinámico y un apartado técnico completamente renovado que le hace incrementar su potencia hasta los 174 CV y 650 km de autonomía. Así pues, el objetivo de Toyota es multiplicar por 10 las ventas del Mirai, ¿lo conseguirá?
Técnicamente nada tiene que ver con el anterior Mirai
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Sin duda alguna los cambios más importantes y que han permitido los demás en el Toyota Mirai 2021 nos los encontramos en el apartado técnico. Como base los japoneses han tomado la plataforma modular GA-L en la que se basan otros modelos como el Lexus LS, cuya utilización ha permitido reubicar los componentes del sistema motriz maximizando el espacio del habitáculo, no restando capacidad de carga al maletero y asegurando un buen comportamiento dinámico.
Así pues, la pila de combustible (donde se convierte el hidrógeno almacenado en el depósito junto al oxígeno del aire en electricidad y agua mediante una serie de reacciones redox) se ha desplazado hacia adelante, en el lugar que nos encontraríamos habitualmente un motor convencional, y el motor eléctrico sobre el eje trasero. Asimismo, han añadido un tercer tanque para almacenar hidrógeno, dispuestos en forma de T (uno en el túnel central y los otros dos bajo los asientos trasero y el maletero). Toda esta configuración, además de liberar el citado espacio, consigue un reparto de pesos de 50/50 manteniendo bajo el centro de gravedad.
En cuanto a esas mejoras en busca de un mejor comportamiento nos encontramos con una suspensión multibrazo trasera que sustituye al anterior eje de torsión, unas vías 75 mm más anchas, así como unas barras estabilizadoras más rígidas y una