Contenido
¿Son los coches eléctricos más complejos?
¿Cuál es el mantenimiento específico de un coche eléctrico?
¿Y qué hay del mantenimiento de los híbridos enchufables?
Aunque los coches eléctricos siguen suponiendo una parte muy pequeña del parque móvil español, se están convirtiendo en una alternativa de compra clara a los coches de combustión interna, especialmente en grandes ciudades. Aunque hemos publicado muchas guías sobre el cuidado y mantenimiento de un coche de combustión interna, los coches eléctricos presentan claras diferencias con respecto a estos. En este artículo os vamos a contar todo lo que debéis saber sobre el mantenimiento de un coche eléctrico, además de explicaros en qué cambia con respecto a un coche con motor térmico.
Los coches eléctricos son menos complejos a nivel mecánico
El motor de un coche de combustión interna está compuesto por miles de piezas, que bailan en una cuidadosa y milimétrica sinfonía mecánica. Son piezas bañadas en aceite, sujetas a cambios extremos de temperatura y altos niveles de fricción. El desgaste de sus componentes es inevitable, especialmente en componentes como el turbo, si no lo cuidamos adecuadamente. Lo mismo ocurre con sus cajas de cambio, en las que tenemos volantes de inercia bimasa o cambios automáticos en los que es necesario cambiar el fluido hidráulico con una periodicidad estricta. Un coche eléctrico es muchísimo más sencillo, en comparación.
Los motores eléctricos no tienen aceite, pero sí cuentan con diferenciales y sistemas de transmisión de potencia bañados en aceite.
Sus grupos motopropulsores son mucho más simples, y tienen menos componentes. El motor eléctrico es mucho más sencillo y fiable que cualquier motor de combustión interna, y la tecnología es aún más veterana que la propia combustión interna, datando de mediados del siglo XIX. Los coches eléctricos prescinden en su gran mayoría de cajas de cambios, contando con un simple sistema de