El Defender es el modelo de acceso de Land Rover. Al igual que anteriores generaciones, se comercializa con dos tipos de carrocería (90 y 110 – ver vídeo). Esta numeración responde a la distancia entre ejes medida en pulgadas. Nosotros hemos probado la ‘versión larga’ asociada a la motorización diésel de 240 CV. Se puede adquirir desde 82.480 euros (ver todos los precios).
Esta nueva generación nada tiene que ver con las hasta ahora comercialzadas. Bien es cierto que siendo un buen todoterreno (en mi opinión el mejor del mercado), pero ahora el concepto cambia de manera radical para adaptarse a los nuevos tiempos. Todo un acierto bajo mi punto de vista. Ahora el Defender es un vehículo refinado, con sensación de lujo, muy equipado y tecnológicamente de lo más avanzado que hay en el mercado.
Carrocería e interior: acertada reinterpretación
En lo estético, los diseñadores de Land Rover han realizado un magnífico trabajo. Con una planta tan elegante como deportiva, este nuevo Defender hereda muchos rasgos característicos del modelo original, como las planchas de aluminio integradas en los extremos del capó (ver imagen), las pequeñas ventanas alpinas en el techo (ver imagen), el corte de la zaga (ver imagen), el portón trasero con bisagras laterales (ver imagen), la rueda de repuesto instalada en el exterior (ver imagen) y los grupos ópticos (delanteros y traseros) que rinden un homenaje al Defender clásico (ver vídeo).
Entre las opciones de color de la carrocería, se encuentran tres nuevos tonos metálicos y exclusivos del Defender: Tasman Blue, Pangea Green y Gondwana Stone, que se incorporan a los existentes Fuji White, Eiger Grey y Santorini Black. Además, el Defender año/modelo 2021 incorpora a su paleta de colores los tonos Hakuba Silver, Yulong White, Silicon Silver y Carpathian Grey.
Las posibilidades de personalización son enormes, pues disponemos de hasta 170