Conducir un «deportivo» de 1929 en estos momentos es algo al alcance de muy pocos, poquísimos, pero conducir un coche de 1929 totalmente nuevo en 2020 es algo al alcance de solo 12 coleccionistas. El Bentley Blower ha regresado a la vida, un clásico legendario en la historia del automovilismo que ha decidido volver gracias a la moda de los Continuation Series, una idea que consigue fabricar coches fieles al modelo original, pero empleando las técnicas y materiales actuales.
Este primer Bentley Blower es la unidad ZERO, un coche destinado a ser maltratado para descubrir el límite de esta recreación
Cuando Mulliner se animó a traer de vuelta uno de sus coches clásicos, en lugar de apostar por monturas más modernas, decidió recurrir a sus iconos históricos. Y por ello la base de este primer proyecto Continuation Series es el Bentley Blower empleado por el Team Birkin en competición. Hablamos de un coche muy importante para la marca ya que fue el estandarte de la Bentley de competición, siendo además un coche diseñado por el mismísimo fundador de la firma W.O. Bentley y dotado del propulsor de 4,5 litros con compresor volumétrico que se convertiría en seña de identidad de Bentley.
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Para la recreación de este modelo, Bentley y su división Mulliner tomaron como punto de partida los diseños, utillaje y bocetos origanales creados por Sir Henry «Tim» Birkin y su equipo. Siendo el verdadero origen el coche con chasis HB 3403, motor SM 3902 y placa de matrícula UU 5872, más conocido como el «Team Car» con dorsal 2 de los Bentley Boys. Para entendernos, el Bentley más caro del mundo en estos momentos y joya de la colección del propio fabricante. Empleando un escáner en 3 dimensiones, Bentley ha digitalizado cada pieza para ser creada