Volvo ha anunciado el montaje de motores eléctricos en su fábrica de Skövde (Suecia) y prevé que, para mediados de la década, toda la producción de motores eléctricos se realizará internamente. Para ello invertirá 700 millones de coronas suecas (algo más de 68 millones de euros) en los próximos años.
La empresa confirma así su compromiso de convertirse en un fabricante de vehículos eléctricos premium. Su objetivo es que, antes de 2025, la mitad de sus ventas globales corresponda a vehículos totalmente eléctricos y el resto a vehículos híbridos.
La planta de Skövde está ligada a la historia de Volvo desde su fundación en 1927. Sumar a sus actividades la fabricación de motores eléctricos significa que estas emblemáticas instalaciones también formarán parte del futuro de la empresa.
Volvo anunció a principios de este año una fuerte inversión en el diseño y desarrollo internos de los motores eléctricos destinados a la próxima generación de vehículos Volvo. La inversión en Skövde supone un primer paso hacia la fabricación y el montaje de motores eléctricos a nivel interno.
En una primera etapa, la fábrica montará los motores eléctricos. Más adelante, está previsto que todo el proceso de fabricación se realice en sus instalaciones.
Al asumir las funciones del motor de combustión interna en la ingeniería automovilística, los motores eléctricos son, junto con la batería y la electrónica de potencia, un componente fundamental de los vehículos eléctricos. La interacción entre estos tres componentes es crucial para desarrollar vehículos eléctricos de alta gama.
Clara apuesta por la electrificación
Internalizar el desarrollo y producción de los motores eléctricos permitirá a los ingenieros de Volvo seguir mejorando los motores y toda la línea motriz eléctrica de los nuevos modelos y, sin duda, obtener mayores beneficios en términos de eficiencia energética y rendimiento global.
Los motores eléctricos de Volvo se diseñan y desarrollan en Gotemburgo (Suecia)