2020 ha sido un año terrible en muchos aspectos, malo en otros, y bueno en algunos. Dejando a un lado este tipo de valoraciones genéricas y francamente poco útiles, he de valorar que no ha sido un buen año en lo que a «defunciones» automovilísticas se refiere. Nos han abandonado muchos coches, víctimas de los SUV y las normativas europeas de emisiones en gran parte, pero también de la imparable evolución del mundo del motor. Una huida hacia delante que deja tras de sí 10 víctimas con ruedas a las que queremos rendir un sentido homenaje en este artículo.
1) Bentley Mulsanne: adiós al último Bentley de verdad
El Bentley Mulsanne fue el último Bentley de verdad. Un Bentley cuya plataforma era única en la gama, y con un motor V8 de 6,75 litros cuyo origen databa de los años 50 del pasado siglo. Un coche de superlujo construido a mano, capaz de rivalizar de tú a tú con el Rolls-Royce Phantom. El epítome del lujo británico más tradicional. El Bentley Flying Spur será ahora el tope de gama. Un coche de altísima calidad y refinamiento, pero en el fondo, construido sobre plataformas comunes a otros coches del Grupo Volkswagen, y animado por motores no tan únicos.
Del Bentley S2 al Mulsanne Speed: 60 años de historia V8 a prueba
Hoy es un día muy especial. Me dirijo en un majestuoso Bentley Mulsanne EWB …
El Bentley Flying Spur es más rival del Rolls-Royce Ghost que del Phantom.
Galería de fotos del Bentley Mulsanne
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2) BMW i8: un híbrido enchufable objeto de deseo
Junto a coches de la talla del McLaren P1 o el Porsche 918 Spyder, el BMW i8 fue uno de los primeros híbridos enchufables verdaderamente deseables. Recuerdo cuando lo probé en 2015, al año de haberse lanzado al