Los días previos a la votación de los Presupuestos Generales del Estado todos estábamos pendientes de si el impuestazo al diésel tenía lugar, algo que finalmente no sucedió al ser usado como moneda de cambio por parte del Ejecutivo para obtener el voto favorable de ciertas formaciones políticas, aunque en declaraciones posteriores recogidas por EuropaPress la Ministra de Hacienda aseguró que tarde o temprano se llevaría a cabo.
Según los PGE 2021, cada punto de recarga deberá pagar un impuesto nacional de 13,56 € más otro municipal de 13,56 € como mínimo.
Sin embargo, los presupuestos para el próximo año sí que contemplaban una subida del 2 % en la prima del seguro obligatorio de nuestros vehículos, algo que nos afectará a todos irremediablemente, pero eso no es todo, pues con «nocturnidad y alevosía» también se ha introducido un nuevo doble impuesto que afectará a los puntos de recarga para coches eléctricos, algo que carece de todo lógica si lo que se pretende es incentivar este tipo de movilidad, y sobre todo, mejorar esa infraestructura que a día de hoy es uno de los mayores escollos para la popularización de los eléctricos.
Así pues, según el Artículo 67 de la Ley 11/2020, de 30 de diciembre, de Presupuestos Generales del Estado para el año 2021, se añade un nuevo epígrafe 664.2, lo que evidencia que es un impuesto de nueva creación, a los Impuestos sobre Actividades Económicas. En él se establece una cuota municipal mínima de 13,56 euros por cada punto de recarga que deberá abonar el titular del establecimiento o local donde se encuentra instalados, además de una segunda cuota de otros 13,56 euros, también por punto de recarga, que tendrá que abonar el propietario del mismo al Estado.
El impuesto municipal, al fijarse sólo un mínimo, corre el riesgo de que se