Los tiempos están cambiando, y eso implica innovaciones mecánicas y otros tipos de sustentos para el coche como la electricidad. De esta manera, se ha conseguido que, poco a poco, se desbanque a los vehículos con motores atmosféricos en pro de propulsores sobrealimentados por turbo o compresor. Sin embargo, aún existen marcas que siguen apostando por este tipo de corazones que aportan dosis de nostalgia en estos tiempos y cierta purez.
Es por esto que hoy os traemos cinco coches modernos que aún se siguen vendiendo con motor atmosférico pese a las duras normativas y a la tendencia del mercado y de la industria. Y es que, aunque estén condenados a la desaparición, aún estamos a tiempo de hacernos con uno de estos preciados vehículos.
Mazda MX-5
El Mazda MX-5, el deportivo por excelencia, no podía faltar en esta lista. Y es que la firma nipona es una de las pocas marcas que no solo fabrica motores atmosféricos para su descapotable, sino también para el resto de su gama de modelos.
En la actualidad, Mazda ofrece diferentes motorizaciones para su MX-5, las cuales llegan a desarrollar 184 CV de potencia. Además de ser todas atmosféricas, se puede adquirir con un cambio manual de seis relaciones y de exquisito tacto.
Subaru BRZ y Toyota GT86
Cierto es que aún no se sabe a ciencia cierta si el nuevo Subaru BRZ llegará a pisar suelo europeo, pero contamos con que sí lo haga el Toyota GR86, el sustituto del GT86. Sea como fuere, ambos modelos presumen de contar en sus entrañas con un motor atmosférico, aspecto digno de admirar en los tiempos que corren.
Para ser más concretos, se trata de un cuatro cilindros bóxer capaz de rendir 200 CV en el caso del GT86 y de 228 CV en el caso del BRZ, modelo en el que también aumenta la cilindrada hasta los 2.4 litros. Por supuesto, ambos modelos se pueden comprar con cambio manual.
Lamborghini Huracán y Audi R8
El Grupo Volkswagen puede presumir de contar con dos de los últimos superdeportivos con motor atmosférico a día de hoy, el Audi R8 y el Lamborghini Huracán. Ambos modelos comparten ADN desde sus primeros pasos, ofreciendo así uno de los dúos más interesantes del mercado contemporáneo.
Los dos superdeportivos hacen gala de un propulsor V10 atmosférico de 5.2 litros capacitado para desarrollar 640 CV en el caso del italiano y 620 CV en el del alemán, convirtiéndose así en dos portentos de la nostalgia y de la deportividad.