Se acaban de presentar las versiones 2021 de los Tesla Model S y Tesla Model X. Además de las nuevas versiones Plaid+ de 1.100 caballos de potencia y prestaciones de ciencia ficción, lo que más polémica va a levantar es su revolucionario habitáculo, y más concretamente… su volante. En este artículo – y el vídeo que lo acompaña – no solo vamos a contaros como han cambiado los Tesla Model S y Model X tras este ligerísimo lavado de cara, vamos a tratar de averiguar si ese volante es una buena idea o una pésima idea. Spoiler: creemos que es un gran error.
Los cambios interiores de Tesla Model S y Model X
Los habitáculos de los Tesla Model S y Tesla Model X han sido completamente rediseñados. Si estuviéramos hablando de otros coches nos centraríamos en su nueva pantalla de 17 pulgadas, alta resolución y orientación horizontal. En cómo la consola central ha sido rediseñada para albergar dos cargadores inalámbricos para teléfonos, o en cómo es posible jugar a todo tipo de videojuegos gracias a la enorme capacidad de procesamiento de su sistema de infotainment.
Seguirán teniendo doble maletero, techo panorámico y equipo de sonido premium.
Pero no podemos evitar que se nos vaya la vista hacia ese nuevo volante. Un volante que nos recuerda al sistema de mandos que podemos encontrar en una avioneta… o en vehículos de ciencia ficción de los años ochenta. Aunque su diseño sea rompedor, nos preguntamos si realmente era necesario alterar la forma del volante. Entre los motivos que han podido llevar a Tesla a modificar su volante está, además de la estética, que esperan que el coche conduzca por sí mismo la mayor parte del tiempo y aparque por sí mismo en prácticamente todas las ocasiones.
Tesla vuelve a liarla y pone fin a los volantes circulares,