La versión actualizada de la cuarta generación del Kia Rio ya está disponible en los concesionarios de la marca. Presenta una ligera renovación en su diseño exterior e interior, renovadas tecnologías de seguridad y conectividad, y nuevos sistemas de propulsión con hibridación ligera de 48 V (todos los motores son de gasolina). Asimismo, puede estar equipado con una de las primeras aplicaciones del nuevo cambio manual inteligente con embrague electrónico que es un desarrollo propio de Kia.
Ligeros cambios para ponerse al día
En esta fase 2 del urbano de Kia, los cambios de diseño que presenta la carrocería no son muy profundos. Conserva la ya habitual parrilla «tiger-nose» de la marca, pero ahora es más estrecha (Kia dice que es para dar una apariencia más penetrante). Está combinada con un paragolpes delantero más bajo y ancho, así como con una nueva y distintiva carcasa de faros antiniebla (ver imagen). Las ópticas delanteras incorporan una nueva configuración tipo LED, integrando las luces de circulación diurna (ver imagen). Las traseras también cambian muy levemente (ver imagen).
Se introducen dos nuevos colores exteriores con el modelo mejorado, gris metalizado (Perennial Grey) y azul metalizado (Sporty Blue), con lo que el número total de opciones se eleva a siete. También se ofrece con un nuevo diseño de llanta de aleación de ocho radios y 16 pulgadas (ver imagen).
Según Kia, además de un diseño ligeramente renovado, se han introducido materiales de nueva factura para dar una mayor sensación de calidad. En mi opinión, es un modelo que se sigue manteniendo en la media. No destaca especialmente en nada concreto, pero tampoco hay grandes lagunas o detalles de acabado realmente criticables. Lo más llamativo de todas las novedades introducidas, es la nueva pantalla ancha más grande, de 8,0 pulgadas (20 cm), y una pantalla digital en la instrumentación