Seguramente recordaréis que hace unas semanas os presentamos en Diariomotor a los Huot, una pareja estadounidense que había recorrido casi 700.000 km, en poco más de seis años, a bordo de un minúsculo Mitsubishi Space Star. En aquél momento os dijimos que había sido una verdadera labor de amor – aún teniendo muchas ventajas, es un coche de muy baja potencia y espacio – y también el caso que hoy os presentamos. Porque recorrer 333.000 km con un Lotus Elise 111R también es una verdadera labor de amor. Dejadme que os cuente su historia.
Hay berlinas diésel que recorren muchos menos kilómetros que este radical deportivo ultraligero. Y mientras esas berlinas están diseñadas para darse zampadas de kilómetros sin inmutarse, el Lotus Elise no es un coche diseñado para ello: es un juguete de tramos y circuitos, un coche de fin de semana. Un tercer o cuarto coche, un segundo coche en el mejor de los casos. No es que no sea capaz de soportar 333.000 kilómetros a sus espaldas, es que esos 333.000 km no habrán sido cómodos, tranquilos, silenciosos, ni especialmente eficientes.
Con 192 CV y 860 kilos, este deportivo ultraligero del año 2006 hacía el 0 a 100 km/h en solo 5,5 segundos.
Permitidme que insista: es que tampoco estamos hablando de un Lotus Elise cualquiera. Estamos hablando de una versión 111R, si cabe, más aligerada, más dura y más deportiva. El 111R es un Lotus Exige con un nivel de potencia inferior, a efectos prácticos. Si bien recorrer en coche 22.000 km al año no es nada descabellado – en un coche diseñado para ello – y hacerlo en un Lotus puede considerarse incluso «romántico», te invito a una reflexión. Es un coche sin apenas aislamiento, con una sencilla lona como techo, estrecho como pocos, y duro