La vía pública es un lugar de confluencia entre diferentes colectivos, como los conductores de turismos, los de mercancías, los moteros, los más recientes usuarios de patinetes eléctricos… y también los ciclistas. Así pues, es cierto que en muchas ocasiones la convivencia entre esos ciclistas y demás conductores es complicada, por imprudencias de unos y de otros, y también por simple desconocimiento de algunas normas. Así pues, os contamos cuáles son las tres situaciones en las que los ciclistas siempre tienen prioridad de paso respecto a los conductores.
Situaciones en las que los ciclistas tienen prioridad
Según el artículo 64 del Reglamento General de Circulación por el que se regula la prioridad de paso de los ciclistas, se establecen tres supuestos en las que estos usuarios tienen prioridad respecto a los vehículos de motor, y son las siguientes:
1. Cuando circulan por un carril bici, paso para ciclistas o arcén debidamente señalizados. Es decir, si nuestra trayectoria se corta por un carril bici, y no existe ninguna señalización que diga lo contrario, serán los ciclistas quienes posean la prioridad de paso, ya aparezcan por nuestra izquierda o derecha, dándose de forma frecuente esta situación en las grandes ciudades.
2. Cuando para entrar en otra vía el vehículo de motor gire a derecha o izquierda, en los supuestos permitidos, y haya un ciclista en sus proximidades. Este apartado se parece bastante a las prioridades entre peatones y vehículos, y viene a ser algo casi de sentido común, pues si entras en una calle o vía, y ya se encuentra otro usuario en plena maniobra (cruzando, con “medio coche” fuera del aparcamiento, etc.) lo razonable es esperar a que termine concediéndole la prioridad.
3. Cuando circulando en grupo, el primero haya iniciado ya el cruce o haya entrado en una glorieta. De nuevo nos encontramos con un