Trinidad, como concepto religioso aúna tres conceptos clave. Trinidad como la unión de tres elementos en uno solo. Trinidad, como proyecto que dé lugar a una nueva generación de coches eléctricos reducido a un nombre: Project Trinity.
A pesar del misticismo y del halo misterioso del mismo, desde la cúpula de Volkswagen empieza a fluir la información sobre el que sería, en su traducción más simple, el Proyecto Trinidad de la firma alemana.
Una nueva generación de coches, la segunda tras la familia ID, distinguida de la primitiva y aún en plena eclosión y que ya tiene, según parece, recambio en los modelos que nacerán tanto de esta iniciativa como de la nueva plataforma de la que serán ensamblados.
Si la plataforma modular para vehículos eléctricos del Grupo Volkswagen, conocida por sus siglas en inglés MEB, es la cuna de, entre otros, la familia ID, la plataforma modular evolucionada, esto es la MEB Evo, permitirá la construcción de nuevos coches, el primero de ellos del que Ralf Brandstätter, director ejecutivo de la marca ha hablado para medios alemanes.
De hecho, ha dado la que podrían ser las claves a partir de las cuales el concepto de este proyecto Trinity pudieran beber. Y es que, en declaraciones a un medio nativo, el CEO de Volkswagen ha descrito, al menos, al primero de los vehículos de nuevo cuño que darán el relevo, al menos tecnológicamente, a los ID.
Los factores clave: precio, arquitectura y tecnología
En palabras de Brandstätter el vehículo que veremos en 2025 debería tener un precio alrededor de 35.000 euros, estar inscrito dentro del segmento de compactos y marcar un largo por encima de los cuatro metros.
Quizás esta descripción para nuestros avezados lectores les ha recordado a las promesas o esbozos del Volkswagen ID.3 antes de ser oficialmente presentado.
Ahora viene la que, posiblemente, será la clave definitoria entre estos coches del futuro y de los del presente: su tecnología.
A partir del trabajo del grupo en nuevas soluciones, anticipándose a las exigencias del mañana, el consorcio ya tiene a sus marcas trabajando en un futuro donde el internet de las cosas, la conducción autónoma y la movilidad eléctrica serán los pilares fundamentales en la construcción y venta de coches.
Es lo que Audi ya tiene sobre la mesa con su proyecto Artemis y, a tenor de lo indicado por Ralf Brandstätter, el Proyecto Trinidad podría ser el equivalente de Volkswagen respecto del de su marca hermana.
Sea como fuere, queda claro que los Volkswagen ID serán tan solo los pioneros de un porfolio completo de la nueva etapa cien por cien eléctrica de la firma pero que, una vez introducida y asentada la electromovilidad, el siguiente paso es la evolución o revolución tecnológica que supondrán los coches eléctricos autopilotados en los que, según lo que parece, Volkswagen ya trabaja irremediablemente.