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Seguridad e intuición a partes iguales
Algunos errores conceptuales en la actualidad
BMW iDrive: cuando hace 20 años Chris Bangle dio con la solución
¿Y si lo que nos quieren vender es un iPad con ruedas y no un coche?
Este artículo, o más bien columna dado su carácter de opinión, podría haberse titulado perfecta «Oda a los vetustos y simples interiores de hace 15 años», y es que en pleno 2020 resulta, cuanto menos curioso, que la mayoría de los que trabajamos en un medio del motor, como en este caso es Diariomotor, y también los compañeros de otros medios, alabemos un simple mando físico para el climatizador o el volumen de la radio. Pero, ¿qué está pasando? Y para muestra, la última videocomparativa de mi compañero Juanma en la que enfrentaba el digital SEAT León con una apuesta más tradicional de la mano del Mazda 3.
Seguridad e intuición a partes iguales
A mi modo de ver, esta moda de sustituir mandos físicos fáciles de operar por controles hápticos, y sobre todo, por integrar sus funciones en pantallas táctiles con una interfaz cada vez más sobrecargada, va en contra de la seguridad e intuición, a partes iguales. Sin ir más lejos, el dial giratorio que permite controlar el sistema de infoentreteniemiento del Mazda 3, primero, sin apartar la vista de la carretera, y segundo, acertando a la primera, algo que no sucede cuando vamos a pulsar con nuestro un dedo un icono y justamente cogemos un bache, es todo un acierto. Pero es que esto tan práctico no lo inventó Mazda, ni lleva 4 años en el mercado. Se llama iDrive y lo estrenó el BMW Serie 7 E65 allá por el año 2001, siendo unas de las genialidades que nos dejó Chris Bangle, y que por aquel entonces, toda la prensa tildaba de