La segunda generación del Opel Mokka supone el inicio de una nueva era para Opel en muchos sentidos. Primero, porque un nuevo modelo de la marca alemana lleva a cabo la transición de las antiguas plataformas y tecnologías de la era General Motors, para el conjunto de tecnologías de PSA – ahora Stellantis. Segundo, porque se trata del estreno de un nuevo lenguaje estético con el que Opel se diferenciará en el futuro y, por lo tanto, un vistazo al Opel Mokka nos anticipa cómo serán también los relevos generacionales de modelos tan importantes como Opel Astra. Ahora bien, ¿qué es lo que hemos descubierto del Opel Mokka en nuestra prueba en vídeo?
Nuestra prueba en vídeo del Opel Mokka
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Desentrañando las claves de este nuevo Opel Mokka nos encontramos, primero, con el empleo de una plataforma PSA que ha permitido que este Mokka esté disponible con motores de combustión interna y eléctrico. Segundo, con un nuevo posicionamiento para el Opel Mokka, que por sus dimensiones ahora es un crossover pequeño, de proporciones similares a un SEAT Arona, un Nissan Juke o un Renault Captur.
De hecho, el nuevo Opel Mokka es 12,5 centímetros más corto que su predecesor. Pensemos que, en su llegada a los concesionarios en 2012, el Opel Mokka (conocido más tarde como Opel Mokka X), tan solo era 3 centímetros más corto que un Nissan Qashqai.
El Opel Mokka ha apostado por un nuevo posicionamiento en el mercado, es más pequeño, menos espacioso, pero apunta a un cliente que busca un producto más distinguido y diferenciado
En nuestra prueba en vídeo analizamos cómo ha evolucionado y, sobre todo, mejorado el Opel Mokka con su relevo generacional. Pero también tratamos de posicionar a Mokka en la gama Opel y en el mercado de los SUV y crossover.