Finalmente el SSC Tuatara se ha alzado con el título del coche de producción más rápido del mundo, y esta vez no ha dejado cabos sueltos, pues el propio director técnico de Racelogic certificó la velocidad medida por sus dispositivos, firmando una punta de 460,4 km/h en la segunda pasada junto a una media de 455,3 km/h, marca que es registrada para el récord. Sin embargo, lejos han quedado esas cifras estratosféricas del mes de octubre por encima de los 500 km/h: ¿triunfo o decepción para los americanos?
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Una victoria con más sombras que luces
Pongámonos rápidamente en antecedentes, pues en este récord en concreto es fundamentas conocer qué ha sucedido anteriormente. El pasado mes de octubre el SSC Tuatara se proclamó como el coche de producción más rápido del mundo con una velocidad máxima de 532,9 km/h, aunque la marca baja hasta los 508,7 km/h de velocidad media. Estos hechos tuvieron lugar en una carretera cerrada al tráfico en del desierto de Nevada, pero rápidamente se puso en cuestión el logro, siendo el principal argumento esgrimido que no hubo presente nadie de Racelogic, fabricante de los equipos de telemetría que midieron la velocidad, para certificar su correcto funcionamiento. A ello se sumaron diversos videos en YouTube que con mejores o perores argumentos demostraban (o intentaban) que esa velocidad nunca se alcanzó.
Por tanto, Jarod Shelby, CEO y fundador de la compañía, prometió volver a intentarlo para despejar todas las dudas que se habían vertido al respecto. Este segundo intento tuvo lugar los pasados 12 y 13 de diciembre, pero debido al mal tiempo y a problemas de fiabilidad no fue posible conseguir el objetivo, aunque el SSC Tuatara logró alcanzar 404 km/h con sólo seis cilindros de su V8 funcionando a pleno rendimiento.
Finalmente, ha sido en este