Quizá uno de los mayores miedos que tenemos cuando dejamos nuestro coche aparcado es que a la vuelta «no nos encontremos ni con el sitio», como coloquialmente se suele decir, y es que aunque no lo parezca, los robos de vehículos son más habituales de lo que todos pensamos y deseamos. En concreto, en el año 2019 se robaron en España unos 128.000 vehículos según un estudio elaborado por UNESPA, el cual nos deja más de una curiosidad que te contamos a continuación.
Los ladrones no quieren lujosas berlinas alemanas ni exóticos deportivos italianos
En contra de lo que todos solemos pensar, los ladrones expertos en automoción no buscan lujosas berlinas como el Mercedes Clase S, exóticos deportivos italianos ni tampoco clásicos americanos como un Shelby GT500, eso son guiones de Hollywood, por lo que si tienes un coche de este tipo puedes estar más tranquilo de lo que piensas. De hecho, los modelos más robados en 2019 fueron el SEAT Ibiza, el SEAT León, el Volkswagen Golf, el Ford Focus y el BMW Serie 3, seguidos del Citroën Xsara, el Peugeot 206, el Ford Fiesta, el Renault Mégane y el Opel Astra.
Los coches más comunes y veteranos son los favoritos por los ladrones, ya que se utilizan para venderlos por piezas.
Es decir, estamos hablando de claros superventas, todos ellos con una edad comprendida entre los 11 y los 25 años, y la razón es muy simple: venderlos por piezas. Una vez que se roba un coche es prácticamente imposible sacarlo del país o usarlo diariamente, por lo que la salida más lucrativa que toman las bandas dedicadas a ello es desguazarlos por completo y vender sus piezas en portales de anuncios, siendo los vehículos anteriormente descritos los que más repuestos de ocasión demandan, tanto por su antigüedad, como por su abundancia.