Parece que falta mucho tiempo, pero realmente el año 2035 está bastante más cerca de lo que parece. Esto es importante, porque muchas marcas están situando esa fecha o una muy cercana a ella el momento en que prescindirán de los motores de combustión que han dado fuerza a la industria de la automoción hasta el momento. Una de esas marcas que ya han puesto fecha a esta transición es General Motors y así lo ha comunicado.
El anuncio del grupo estadounidense indica que en el año 2035 va a dejar de vender vehículos ligeros con motores térmicos. Esto deja fuera de los planes los vehículos militares y los vehículos pesados, que son parte de su oferta, pero que permitirá a las marcas del grupo avanzar en la movilidad eléctrica y mejorar sus resultados en materia de emisiones contaminantes.
Una empresa neutral en emisiones
Los planes de la compañía pasan en eliminar emisiones de dióxido de carbono (CO2), no solo en sus vehículos, sino en las propias plantas de producción. Esto quiere decir que las fábricas de la compañía se utilizará energía proveniente de energía renovable, como es la producida por la energía solar o eólica. La fecha para tener todo esto en marcha es 2030 en las que están en territorio estadounidense y 2035 para las que estén en otros países.
La autonomía, los costes y las infraestructuras de carga son 3 razones principales que afectan a la implantación de los coches eléctricos en las ciudades.
Para llevar a cabo esta conversión, General Motors realizará una inversión de 27.000 millones de dólares, lo que al cambio representan algo más de 22.000 millones de euros, una cifra nada desdeñable. En un plazo de cinco años las distintas marcas del grupo, Chevrolet, GMC, Cadillac y Buick tendrán una oferta de vehículos electrificados que sumarán 30 modelos y que servirá de punto de lanzamiento para sus futuros planes.
Pero para potenciar la movilidad eléctrica es necesario contar con una extensa red de puntos de carga, así que General Motors ha llegado a un acuerdo con el Fondo de Defensa Ambiental de Estados Unidos para trabajar creando más de estos centros de recarga e incrementar la infraestructura para permitir que los coches eléctricos tengan donde cargar la batería.