Una rotonda es algo muy común en las carreteras españolas, así que antes o después vamos a tener que enfrentarnos a una de ellas. Normalmente, podemos acceder bien a las rotondas y no es muy difícil circular por ellas. Pero a veces lo hacemos con el modo automático activado y ni siquiera pensamos en si lo hacemos bien o no. Vamos a repasar las normas básicas para circular por una rotonda, aunque ya sabemos que la circunstancias del tráfico en cada momento puede hacer que estas normas cambien.
Lo principal a saber para circular por una rotonda es que hay que hacerlo con precaución, manteniendo la atención puesta en la vía y con toda la precaución que debemos tener siempre en todo momento al volante. Pero las rotondas tienen unas características especiales a tener en cuenta y hay que saber cómo circular en ellas. Veámoslo con detalle gracias a este recordatorio ofrecido por SEAT.
Entrar en la rotonda
Al llegar a una rotonda, hay que reducir la velocidad. Muchos de los accidentes que se producen a la entrada de una rotonda son a causa de un exceso de velocidad al entrar en ella. Hay que recordar que la preferencia siempre es de los vehículos que circulan por ella, así que hay que respetar el Ceda el Paso antes de acceder a cualquiera de los carriles de la rotonda.
Si hay vehículos en la rotonda, lo mejor es detenerse en la entrada hasta que se pueda hacer la maniobra de manera segura. Una vez dentro se ha de seleccionar el carril más adecuado para moverse por ella. Lo más aconsejable es hacerlo por el carril más exterior, pero si se ha de realizar un cambio de sentido o se ha de circular un tramo bastante largo y tomar la segunda o tercera salida, es mejor hacerlo por el carril interior para facilitar la circulación.
Salir de la rotonda
A la hora de salir de la rotonda se ha de señalizar con el intermitente derecho y realizar la maniobra de salida de la manera más segura posible. Si se circula por el carril exterior, no hay mucho problema para hacerlo. Hay que vigilar que no haya ningún vehículo que intente salir de la rotonda desde el carril interior, aunque se tenga preferencia por hacerlo en el exterior.
Si se está circulando por el carril interior hay que tener eso en cuenta: los que circulen por el carril exterior tienen preferencia. No hay que tener prisa y si no se puede tomar la salida, hay que dar una vuelta más a la rotonda, aprovechando el recorrido para situarse en el carril exterior y poder tomar la salida que necesitamos. Es mejor dar una vuelta más para ajustarse al carril que provocar una situación de peligro al tomarlo.
El uso del intermitente es algo que se nos olvida con frecuencia durante la conducción y eso es peligroso, ya que sirve para indicar una maniobra a realizar.
Uso del intermitente en las rotondas
Los intermitentes son fundamentales a la hora de señalizar cualquier maniobra. En una rotonda, también. Pero solo se han de utilizar a la hora de abandonar la misma o cuando se cambia de carril. No es necesario utilizar el intermitente para indicar que se sigue circulando en la rotonda, solo cuando se va a invadir otro carril para hacerlo o al tomar una salida.
Hay que recordar que hay países en los que el sentido de la circulación es por la izquierda y hay que tener en cuenta que la entrada a la rotonda se realiza hacia ese sentido. En Europa hay alguna rotonda que tiene ese sentido de circulación, pero son muy pocas y se están eliminando para mejorar la seguridad.