La herida que hay abierta entre el sector del taxi y Uber o Cabify parece no tener visos de cerrarse pronto. Estos tres servicios de movilidad urbana e interurbana cuentan con un modelo de gestión diferente que, en función de a quién preguntes, es justo o injusto. Sea como fuere, la guerra que empezó en las calles ha llegado a las cortes judiciales de medio mundo. La razón es sencilla: aclarar la relación laboral que existe con sus conductores.
Tribunales de Estados Unidos, Europa o España han tenido que intervenir para dirimir esta y otras cuestiones. Sin embargo, ha tenido que ser la Corte Suprema de Reino Unido la que de el primer paso. A lo largo de los últimos años los trabajadores de Uber se han enfrentado a su empleadora para esclarecer si son trabajadores autónomos o si por el contrario son asalariados. Y aunque, ya había un fallo de hace un par de años, la situación se ha confirmado.
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Tras esta sentencia Uber tendrá que considerar a estos conductores como trabajadores propios
Señores, guste o no a los responsables de Uber en Reino Unido, todos sus conductores son asalariados. Por tanto, la figura de autónomo queda desterrada. Con esta sentencia se abre la puerta a que los conductores de otros países de Europa (aunque no es vinculante en la Unión Europea) puedan reclamar sus derechos. Solo así podrán tener derecho a un sueldo, vacaciones retribuidas y otras ventajas por estar bajo su paraguas protector.
El fallo de Corte Suprema de Reino Unido se plasma en la sentencia final que ha publicado el mismo organismo. Según el documento, de carácter público y abierto, la resolución fundamenta la decisión en cinco conclusiones que ya fueron objeto de disputa en el juzgado de primera instancia que dirimió el caso hace un par de años. Según se