El año 2004 fue un año muy especial para la marca de la estrella y es que Bernd Schneider había vuelto a conseguir el título como campeón de la DTM. De esta forma, el piloto y la marca habían obtenido su novena victoria en la serie y la tercera en la etapa moderna. La marca decidió premiar a todos sus seguidores y desarrolló únicamente 100 unidades del Mercedes-Benz CLK-DTM AMG de calle totalmente homologado.
El Mercedes-Benz CLK-DTM respondía a uno de los estereotipos de coche más demandado de la época. El modelo era Coupé, Ligero y Corto. Seguro que esta descripción te puede parecer muy similar a la que utilizó BMW para uno de los mejores M3 de la historia; el BMW M3 e46 CSL. El Mercedes-Benz CLK-DTM tiene longitud de más de cuatro metros y medio y se vendían mediante una invitación. ¿Te imaginas recibir una?
Así es el Mercedes-Benz CLK-DTM AMG
Es importante destacar que solo 60 de las 100 unidades fabricadas de este deportivo de lujo equipaban el volante a la izquierda. El Mercedes-Benz CLK-DTM de calle equipa el motor V8 denominado internamente M113. Este motor es uno de los más utilizados por AMG en los deportivos de la serie W208. Ahora, este propulsor contaba con 32 válvulas.
Concretamente el CLK-DTM estaba propulsado por un V8 de 5.4 litros supercharger Eaton y desarrollaba 590 CV a 6.000 rpm y 800 Nm a 3.500 Nm. La carrocería tampoco iba a pasar desapercibida y es que gran parte de ella estaba creada a base de polímero reforzado con fibra de carbono. Los pasos de rueda perfilaban al modelo y casaban a la perfección con la estilizada cintura del coupé deportivo. En la zaga, el modelo contaba con tomas de ventilación derivadas de las unidades de competición.
Además, la carrocería se diseñó desde cero y tiene fuertes rasgos en la zona del difusor y el alerón de fibra de carbono. El CLK-DTM utiliza llantas de doble medida de 2o pulgadas en el eje trasero y gomas 285/30 y en el eje delantero llantas de 19 pulgadas y gomas de 225/35. Los sistemas de ayuda a la conducción se mejoraron, las suspensiones eran bastante duras pero en conjunción con los frenos ventilados y las barras estabilizadoras formaban una unión fantástica.
Este coupé deportivo era capaz de alcanzar los 100 km/hora en 3,8 segundos y aceleraba hasta los 320 km/hora de velocidad máxima. El Mercedes-Benz CLK-DTM equipaba también un diferencial de desplazamiento limitado y caja de cambios automática con cinco velocidades. En el interior, destacan sus baquets en la parte delantera y las plazas traseras se eliminaron. Todos estos ingredientes se utilizaron por parte de la marca de la estrella para gestionar el nacimiento del McLaren SLR.