La posibilidad de que el gigante chino Geely (Zhejiang Geely Holding Group, propietario de Volvo) se fusionara con el fabricante sueco despertó reticencias en Suecia, sacando a flote asuntos tan delicados como la seguridad nacional del país o los derechos humanos.
Sin embargo, desde Geely han comunicado que no se producirá una fusión total con Volvo. La razón: no se ha podido llegar a un acuerdo con los accionistas de ambas partes. Si embargo, estrecharán lazos para el desarrollo de nuevas tecnologías.
«Una fusión no siempre es positiva»
Según explica Bloomberg, la decisión ha sido comunicada por el director ejecutivo de Geely Automobile, Gui Shengyue, durante una llamada a inversionistas.
Lo que ha ocurrido es que los inversores de Geely querían llevarse una parte proporcionalmente más grande del pastel, algo que ni Volvo ni el Gobierno sueco habrían aceptado. Y es que Suecia tiene una participación indirecta en Volvo (no como Francia en Renault y Peugeot) a través de los fondos de inversión soberanos AP Fund, AMF y Folksam.
A pesar de que Suecia fue el primer país occidental en establecer relaciones con China, que es su mayor socio comercial, Volvo es una seña de identidad para el país, y no está dispuesto a renunciar a ella.
Y hay que añadir que AP Fund es el que gestiona las pensiones del país; de ahí que la fusión no gustara en Suecia.
Además, ambas compañías tienen culturas diferentes, algo que desde la cúpula de Geely han reconocido.