Casco, guantes, pantalones, chaqueta, botas y airbag. Tenemos claro que esto ayudará a paliar las consecuencias de una caída en moto, pero tan importante como paliarlas es evitar que lleguemos a caer, por eso, hoy vamos a visibilizar algunos temas que seguro, ayudarán a más de uno.
1. La posición de las manos en el manillar
Empezamos con un gesto que los moteros consagrados suelen tener en cuenta. Hablamos de llevar siempre colocado el dedo (o dedos) que cada uno use tocando la maneta del freno.
Está claro que ante un imprevisto el hecho de llevarlos colocados en posición nos ahorrará unas milésimas de segundo en el tiempo de reacción, lo que se traduce en parar la moto antes. Pero podemos llevarlo un poco más lejos aún. El hecho de añadir cierta tensión al dedo (o dedos), manteniendo la maneta dentro del juego libre que casi todas las motos tienen. Parecerá una nimiedad, pero funciona. Es un concepto muy simple. Al tensionar el dedo, mantenemos la maneta más cerca del punto del recorrido en el que realmente se comienza a aplicar fuerza sobre el sistema hidráulico. Cuando lo hacemos, esta diferencia en la distancia supone que aplicamos la potencia de frenado de una manera más progresiva desde el primer momento, causando una frenada mejor. Se podría decir que no es tanto aplicar más fuerza al freno, sino aplicarla mejor.
En la imagen de la izquierda vemos que empezamos a aplicar la presión sobre el circuito hidráulico un poco antes que en la derecha. La diferencia entre ambas es que en la derecha no tenía los dedos con esa mencionada tensión.
2. La fuerza de frenado de la moto y la adherencia
Pero, ¿qué hay detrás de todo este asunto? Aunque parezca simple, no lo es tanto. Para entender bien por qué es mejor aplicar la fuerza