En vuestras pantallas estáis viendo al nuevo Lexus LF-Z Electrified. Se trata de un prototipo, que en la forma de un crossover premium eléctrico de generosas dimensiones, anticipa el lenguaje de diseño de Lexus para su futura gama de coches eléctricos. El LF-Z anticipa el que podría ser uno de los buques insignia de su gama en 2025, una alternativa 100% eléctrica a coches como el Lexus RX. Lo primero que debemos dejar claro es que este prototipo juega sobre seguro: es un concept relativamente conservador, y muchas de sus soluciones llegarán a producción.
Está construido sobre una nueva plataforma modular para coches eléctricos, una plataforma que compartirá con otros vehículos del Grupo Toyota. Este prototipo presume de una batería de 90 kWh de capacidad, conectada a dos motores eléctricos. Una configuración clásica de coche eléctrico, con la que sería, sobre el papel, capaz de lograr una autonomía de 600 km. A nivel técnico, la gran innovación es el sistema Direct4, en el que los dos motores eléctricos pueden variar la entrega de potencia rueda a rueda – en su propio eje, lógicamente – en tiempo real.
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A nivel técnico, los futuros eléctricos de Lexus estarán construidos sobre una plataforma modular tipo «monopatín».
Esto permite un control completo de la entrega de potencia, especialmente importante a la hora de negociar zonas reviradas o conducir de forma deportiva. A este sistema de vectorización de par completamente variable se une una dirección by-wire, que ha reemplazado el volante tradicional por un control similar al joystick de una avioneta – sí, un volante similar de aro recortado casi idéntico al de los nuevos Tesla Model S y Tesla Model X. Este sistema cuenta con asistencia y desmultiplicación completamente variables.
Su respuesta es relación directa del modo de conducción y estilo de