Fue hace un tiempo cuando MINI se introdujo de lleno en el sector de los coches eléctricos después de haber coqueteado con los híbridos enchufables. De esta manera nacía el MINI Electric, la variante 100% eléctrica del mítico compacto germano-inglés y que llegó dispuesto a establecer nuevas normas. Estas han derivado en la concepción del coche que hoy nos ocupa, el MINI Electric Pacesetter, el equivalente eléctrico al incombustible MINI GP y que acturá como safety car en la Fórmula E, una tarea en la que su perfil encaja a las mil maravillas.
Con esta premisa, MINI lanza su propuesta más radical en lo que a movilidad eléctrica se refiere, poniendo sobre la mesa un vehículo radical y dispuesto a desempeñar su papel en el mundo de la competición. Y es que su estética ya es lo suficientemente sugerente para permitirnos saber antes de tiempo que no estamos ante un MINI eléctrico normal y corriente.
Tal y como hemos mencionado, el Electric Pacesetter toma como punto de partida al MINI GP, mostrando numerosas similitudes a nivel de diseño. El frontal se encuentra gobernado por una parrilla hexagonal completamente carenada, los característicos faros redondos, un lateral aderezado por unos marcados pasos de ruedas y taloneras específicas y, por supuesto, con un gigantesco alerón arropado por un difusor que busca beneficiar la aerodinámica.
Destacar que tanto los faldones laterales como el alerón han sido impresos de manera 3D haciendo uso de fibra de carbono reciclada. También cabe hacer mención a la decoración, apartado en el que se combina rojo con naranja, estando presente esta última tonalidad en diferentes elementos del MINI Electric Pacesetter, tales como las llantas de 18 pulgadas y también diseño específico.
En el habitáculo se ha prescindido de ornamentación varia y de elementos superfluos, dejando tan solo los asientos con arneses de seis puntos, correas de tela para abrir las puertas, un cuadro de mandos digital para obtener la información necesaria pero sin pantalla central. Y es que de esta forma MINI ha conseguido reducir considerablemente el peso del Electric Pacesetter -en 130 kilos para ser más exactos-, permitiendo que declare sobre la báscula 1.230 kilos, nada mal para un coche eléctrico.
Y es que en las entrañas del MINI Electric Pacesetter se esconde el mismo esquema mecánico al que recurre el MINI Cooper SE. Es decir, un propulsor eléctrico capaz de desarrollar 184 CV de potencia y 280 Nm de par, permitiendo que el 0 a 100 ocurra en 6,7 segundos. Sin embargo, desde MINI afirman que el MINI Electric Pacesetter no pisará la calle, aunque sí que resulta un punto clave para determinar que habrá JCW con mecánica eléctrica en un futuro.