El segmento de los todoterreno vive tiempos oscuros en esta era sumada en los SUV, un tipo de vehículos que, pese a contar con numerosas virtudes, no suelen destacar en lo que a conducción off-road se refiere. Sin embargo, existen marcas como Toyota que consiguen aunar una gama de modelos en la que destacan virtuosos del 4×4, como el Land Cruiser o el Hilux, y vehículos con ciertas licencias fuera del asfalto y con todo lo necesario para ser auténticos ruteros, como el Highlander y el RAV4.
Con esta premisa, la firma nipona ha decidido convocar a la prensa para dar constancia de lo que es capaz su gama de modelos 4×4. Tierra, barro, cruces de puentes…Un sinfín de obstáculos dispuestos a poner contra la espada y la pared a casi cualquier coche que presume de sus capacidades off-road, pero ¿los habrán superado los todoterreno de Toyota? Vamos a descubrirlo.
Toyota RAV4
Bien, antes de entrar en materia he de aclarar que la gente de Toyota España preparó dos rutas diferentes: una más exigente para los Land Cruiser y Hilux y otra más suave para los Highlander y RAV4. Esto no es algo que deba escandalizarnos, ya que la firma nipona dejó muy claro que los cuatro vehículos que hoy nos incumben están pensados para una serie de funciones muy concretas, las cuales provocan que se haga más o menos hincapié en su capacidad fuera del asfalto.
Dicho esto vamos a centrarnos en el Toyota RAV4, un modelo que ha evolucionado desde el XA10, su primera generación, has el XA50, entrega que hoy nos incumbe y que adopta un carácter más urbano con un sistema híbrido. Con esto sobre la mesa, nos encontramos con un SUV que hace gala de un sistema de tracción total gracias a la presencia de un motor eléctrico en el eje posterior, provocando que la potencia total sea de 222 CV.
Durante la prueba, tuvimos que afrontar zonas de tierra y gravilla por la que habían estado circulando coches toda la mañana. También hicimos un vadeo no demasiado intenso, y el RAV4 en ningún momento hizo amagos de perder tracción o de falta de motricidad, al contrario. El agarre fue constante en todo momento, pero debemos de tener en cuenta que sus ángulos no son los ideales para llevar a cabo una conducción off-road demasiado extrema.
Toyota Highlander
El Toyota Highlander ha sido todo un desconocido en Europa hasta ahora, momento en el que la firma ha decidido comercializarlo pero siempre bajo el amparo de una serie de condiciones para que las leyes den el visto bueno. Y es que el SUV insignia de Toyota estuvo durante muchos años pululando por el otro lado del charco con motores de gran cilindrara, pero en el viejo continente llega con cuatro cilindros híbrido de 247 CV.
La primera sensación a los mandos del Higlander es la de confort, algo que se acentúa gracias su capacidad de aislamiento incluso en conducción por campo. Las conclusiones son muy similares a las del RAV4: un coche con buena capacidad de adherencia gracias al sistema Trail y a los neumáticos adecuados pero que se siente más cómodo en autopista debido a unos ángulos que no están pensados para abordar situaciones demasiado peliagudas.
Toyota Hilux Invinicible
Pero el plato fuerte llega con el Toyota Hilux, el pick-up por excelencia de Toyota que sufrió una importante renovación el año pasado. El motor tope de gama es un cuatro cilindros diésel de 2.8 litros capaz de producir 204 CV y 500 Nm de par. Si a esto le sumamos el diferencial trasero de deslizamiento limitado y la reductora nos encontramos con resultado imparable.
En el cruce de puentes su capacidad para escapar del obstáculo es espectacular, no perdiendo tracción en ningún momento. Misma tesitura se aprecia en crowl o pasando por encima de piedras, y tan solo adolece en ciertas circunstancias por sus dimensiones, por las taloneras y por su zona de carga, que es fácil en según que zonas.
Mención aparte merece el control de descenso y la fuerza de su motor, que nos permitirán salir airosos de prácticamente cualquier circunstancia.
Toyota Land Cruiser
El Toyota Land Cruiser es uno de los reyes indiscutibles del segmento de los 4×4. Su capacidad off-road es intachable y es capaz de sortear obstáculos con una facilidad apabullante pese a su peso y dimensiones. Su secreto es el bloque del diferencial central, la reductora y el Crowl Control, que gestiona el reparto de fuerza de forma que bajo ningún concepto perdamos motricidad.
Además de sortear todos los obstáculos allí presentes sin inmutarse, lo hacemos con una comodidad pasmosa. Si he de sacarle algún defecto al Toyota Land Cruiser es su interior, que se siente algo obsoleto frente no solo alguno de sus competidores, sino de sus hermanos de gama.