He de confesar que siempre siento una emoción especial al probar un coche 100% eléctrico. El Volkswagen ID.3 no ha sido una excepción, más teniendo en cuenta que VW ha puesto énfasis en conseguir un coche que transmita sensaciones y no limitarse a ofrecer un simple medio de transporte más.
La unidad que hoy probamos es un Volkswagen ID.3 1St Edition dotada del motor de 204 CV y la batería de 58 kWh. Esta unidad basada en la versión Pro Perfomance ha sido cedida para el reportaje por el concesionario Cobarsa Volkswagen de Palencia.
Coche eléctrico, pero coche
El Volkswagen ID.3 sigue la tendencia actual de los vehículos impulsados por electrones, es decir, ofrecer un coche completo, con todas sus letras. Por dimensiones exteriores e interiores es muy similar al Golf, mientras que sus prestaciones se asemejan más a las del Golf GTI, por lo menos a velocidades legales. El nivel de equipamiento tanto de seguridad como tecnológico es igual de puntero o más que en sus hermanos de combustión interna.
Estamos por lo tanto ante un coche real plenamente utilizable, siempre que tengamos en cuenta la limitación de autonomía impuesta por la recarga de batería. Volkswagen ofrece de momento el ID.3 con tres baterías distintas: 45, 58 y 77 kWh de capacidad. La autonomía según el ciclo homologado WLTP es de 330, 420 y 550 kilómetros.
Recargando el Volkswagen ID.3
Como siempre que hablamos de un coche eléctrico, la autonomía real depende mucho del entorno en el que nos movamos y de la facilidad para acceder a puntos de recarga. Por norma general el consumo sube en carretera y desciende en uso urbano, es decir, hablando en kilowatios/hora y capacidad de su batería, consume casi la mitad recorriendo 100 km por ciudad que recorriendo 100 km por autovía. No he conducido ni recargado el coche