El mundo de los grupos de presión es casi tan antiguo como la política. Con su epicentro en Bruselas, hay lobistas de todas las esferas: la medioambiental, la política, la energética, la automotriz… El caso que nos ocupa tiene que ver con ésta última.
Según ha publicado el diario británico The Guardian en base a documentos internos de Tesla que ha consultado, la compañía de Elon Musk ha estado presionando al Gobierno británico para aumentar los impuestos sobre los vehículos impulsados por motores de combustión e incluso prohibir los híbridos.
3.000 libras para incentivar la compra de coches eléctricos
Gracias a este aumento de impuestos que Tesla pide -The Guardian habla de miles de libras extra por cada coche gasolina o diésel- podrían asumirse subvenciones y exenciones fiscales para los coches eléctricos de hasta 3.000 libras.
Es lo que Musk describe como «un sistema de ingresos neutrales para el Gobierno».
De acuerdo a la información publicada por la cabecera, Tesla ha sido la única compañía automotriz que ha presionado para que se prohíba la venta de vehículos gasolina y diésel así como los híbridos en 2032.
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También habría estado luchando para aumentar los subsidios a los vehículos eléctricos en detrimento de los de combustión, y para obligar a los