Ya han pasado algo más de dos años desde que Volvo anunciase una noticia que, sin duda, causó sorpresa. La marca sueca se comprometía a que la velocidad máxima de sus vehículos estuviera limitada a 180 km/h. En aquel momento ya reconocíamos que estábamos ante una medida necesariamente controvertida que, con el tiempo, y la razón de su lado, ha conciliado la comprensión de muchos conductores y que, incluso, ya está recibiendo respuesta por parte de otros fabricantes que ya están anunciando que sus automóviles también estarán limitados de fábrica.
Limitar la velocidad máxima de los coches
Dacia y Renault se comprometían estos días a que a partir de 2022 sus coches comiencen a estar limitados a una velocidad máxima de 180 km/h. El primer modelo limitado a 180 km/h será el nuevo Mégane-E, un vehículo eléctrico que sustituirá a la actual generación del Renault Mégane.
Observando por qué Volvo ha sido la primera marca en dar este paso y por qué Renault y Dacia se unen ahora a los suecos, en su plan para limitar la velocidad máxima de sus coches a 180 km/h, empezando por un eléctrico, podemos entender las razones no excluyentes que persiguen estas marcas y la razón por la que cada vez más coches no van a pasar de 180 km/h.
Volvo en 2019, y ahora Dacia y Renault, se han comprometido a limitar la velocidad máxima de sus coches a 180 km/h
Velocímetro del Volvo S60 y V70 de 2002.
Volvo limita la velocidad de sus coches en pos de la seguridad
La trayectoria de Volvo en lo que a seguridad se refiere es intachable. Durante décadas se ha forjado una reputación de marca preocupada por la seguridad de sus clientes – y del resto de usuarios de la vía – y es por eso que cuando en marzo de 2019