El actual Mercedes CLS, su tercera generación desde su lanzamiento en 2004, lleva con nosotros tres años. Mercedes ha decidido que es el momento de aplicarle un ligero lavado de cara, para mantener su imagen fresca y atractiva. En esta generación, la berlina deportiva de Mercedes ha sido eclipsada por el Mercedes-AMG GT de cuatro puertas, y Mercedes quiere recordarnos que el CLS es un producto muy competente e interesante por sí mismo. En este artículo vamos a hablar de los cambios a los que el Mercedes CLS ha sido sometido de cara a este año 2021.
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Los principales cambios son de corte estético, y es el frontal donde son más perceptibles. La calandra ha sido muy ligeramente rediseñada, y aunque las ópticas no cambian, el paragolpes delantero resulta más modero y agresivo, pero sin perder ese toque de fluidez de todos los Mercedes CLS. La zaga del Mercedes CLS permanece inalterada, pero Mercedes ha complementado este ligero lavado de cara con dos nuevos diseños para las llantas de 19 pulgadas, y un nuevo tono para su carrocería, llamado Spectral Blue Metallic.
En las versiones AMG Line podemos escoger dos nuevos colores para sus llantas bitono de 20 pulgadas.
Si bien los cambios exteriores son realmente escuetos, aportan un toque diferenciado al coche y lo mantienen al día. En su habitáculo, los cambios afectan en primer lugar al volante. Es un nuevo volante multifunción con superficies hápticas y un sensor capacitivo en su aro, capaz de detectar la presencia de las manos del conductor sobre el mismo. De esta forma, el conductor no tiene que aplicar par de giro para que el sistema de centrado en el carril detecte que estamos atentos al entorno. Es el mismo volante que podemos encontrar en un Mercedes Clase S.
Además,