Jeep sigue expandiendo su gama de productos e incorporando sistemas híbridos enchufables. En esta ocasión sometemos a prueba al Jeep Compass, un SUV-C que está disponible desde 26.550 euros según el configurador. Pero hemos querido testar a fondo esta versión híbrida enchufable que tan práctica e interesante puede ser para aquellos que tengan una plaza de garaje en propiedad.
De este modo, damos comienzo a la prueba del Jeep Compass S PHEV, una versión tope de gama que nos permite disfrutar de 240 CV bajo el pedal acelerador. Aunque su precio asciende hasta los 46.400 euros, tenemos mucha reserva de potencia, bajas emisiones y consumos ajustados si aprovechamos el sistema híbrido.
renderAd(,44162);
Estética de sobra conocida
La estética del Compass es sobradamente conocida. En Jeep mantienen las características siete franjas verticales en la parrilla, un auténtico sello de identidad conocido en todos los rincones del planeta. A su lado nos encontramos con unos faros que combinan la tecnología LED para la luz diurna con las ópticas principales de xenón. Por supuesto, tampoco faltan unas robustas protecciones inferiores, las cuales están presente en los cuatro costados.
En este caso estamos con un acabado S, el tope de gama. Si os fijáis, las llantas son de aleación son de 19 pulgadas, calzadas con neumáticos Michelin Pilot Sport 4. Esto se traduce en que tiene un planteamiento asfáltico pese a ser un modelo 4×4. Para más seguridad y capacidad fuera de “lo negro” están las versiones Trailhawk. Como veis tenemos acabado bicolor, con techo, barras de techo, pilares y espejos en negro.
La parte trasera también es muy conocida, con unos pilotos divididos y un robusto paragolpes posterior. No faltan en el portón los logos de la mecánica 4xe del sistema híbrido y la denominación “S” por el acabado escogido. Por cierto, para diferenciarlo de las versiones normales lleva