Hay muchas innovaciones de los coches modernos que damos por hechas, como los Head-Up Display, el ABS o las lunetas térmicas. Nos hemos acostumbrado tanto a usarlas y nos facilitan tanto la vida, que es sencillo olvidar que hace no tanto tiempo, esas tecnologías estaban reservadas al uso aeronáutico o militar. En este artículo os vamos a contar el origen aeronáutico de muchas de las tecnologías que usamos a diario en nuestros coches, y que sin la rápida evolución de su industria y los conflictos mundiales del pasado siglo, no habrían sido posibles.
1) Head-Up Display
El Head-Up Display proyecta sobre el parabrisas información valiosa para nuestro viaje, como la velocidad, indicaciones del navegador o avisos de los asistentes a la conducción. No es intrusivo y nos evita apartar la vista de lo realmente importante, la carretera. Esta innovación – basada en la proyección de un tubo de rayos catódicos o una pantalla LCD sobre un espejo cóncavo – nació en el mundo de la aviación de combate, y los primeros prototipos datan de la Segunda Guerra Mundial, estandarizándose a nivel mundial durante los años sesenta.
Los HUD militares ayudaban a los pilotos a ver con claridad la línea de horizonte, además de mostrar retículas de enfoque y disparo.
2) Radar
Los coches modernos cuentan con tecnología de radar, usada para medir distancias con respecto a otros vehículos y obstáculos. Son vitales para el funcionamiento de sistemas como el control de crucero adaptativo y son una herramienta esencial para el futuro de la conducción autónoma. Funcionan mediante la emisión de ondas de radiofrecuencia, que rebotan en otros objetos, cuya información (tamaño, forma y distancia) es reinterpretada por el sistema. La tecnología fue desarrollada antes de la Segunda Guerra Mundial, y se convirtió en un estándar durante el conflicto.
Su aplicación más temible son sin