Alzar un modelo de BMW y convertirlo en el más emblemático de todos los tiempos no es una tarea fácil y es que son muchos los candidatos. ¿Podría ser el BMW 3.0 CSL, el BMW M1 o incluso el BMW M3 e30? BMW Group Classic ha compartido un vídeo en el que nos da a conocer, un poco más, a uno de sus coches de leyenda; el BMW 3.0 CSL, también conocido como Batmóvil. Este coupé introdujo muchos de los elementos de diseño que todavía hoy existen en muchos BMW actuales.
La versión de carreras del BMW 3.0 CSL se presentó en 1973 con las clásicas franjas de carreras con los colores de BMW Motorsport. El BMW 3.0 CSL nació como un coche de homologación especial y consiguió un gran éxito en el Campeonato de Europa de Turismos del Grupo 2. A pesar de todas sus habilidades en la pista, el mítico Batmóvil y la gama de BMW e9 en su conjunto fueron los primeros automóviles de la marca bávara en combinar algunas de las señas de identidad más reconocibles del fabricante alemán como pueden ser los faros dobles en el frontal y la curva Hofmeister situada en el pilar C. Sin embargo, estos elementos han ido evolucionando drásticamente a lo largo de los años.
BMW 3.0 CSL, la marca rinde un especial homenaje
Curiosamente, el BMW 3.0 CSL incorporó numerosas piezas con el objetivo de ahorrar peso pero los clientes podían pedir un paquete adicional que agregaba cristales eléctricos e incluso ventanillas eléctricas. Esto iba en contra del espíritu de alto rendimiento del automóvil ya que en sus siglas, CSL, la L significa ‘peso ligero’, pero algunos clientes deseaban tener la imagen atrevida del modelo junto con una experiencia de conducción más lujosa.
Si bien el diseño de BMW ha llamado la atención en los últimos tiempos, el BMW 3.0 CSL es uno de los coches alemanes más representativos tanto de la marca como de la época. Sin duda una auténtica leyenda de las carreras y de la automoción.
En 2015, concretamente en el Concurso de Elegancia de Pebble Beach, la marca bávara presentó un concept muy especial. Se trataba del BMW 3.0 CSL Hommage R que tenía como objetivo rendir homenaje a los éxitos cosechados en el IMSA por el CSL original. El diseño recordaba mucho al original pero con líneas modernas y tecnología de última generación. Además de contar con una aerodinámica muy cuidada, la silueta es muy reconocible y es capaz de transportarnos al pasado. También está presente el número 25 que hace referencia al extraordinario récord conseguido por el BMW 3.0 CSL de fábrica en 1975.