Los problemas nunca vienen solos, y sin haber salido de la crisis del COVID 19, la industria del automóvil se está enfrentando ahora a la crisis de los semiconductores. Si estás esperando tu coche nuevo, especialmente uno de gama media o alta, deberías estar atento ya que muy posiblemente su llegada se vea retrasada o te toque renunciar a algún que otro equipamiento relacionado con infoentretenimiento, conectividad o asistencias a la conducción. Descubramos qué es lo que está pasando y por qué no hay nada que puedas hacer para evitarlo.
Un coche moderno poco tiene que envidiar a un teléfono móvil de última generación, y eso ahora es un problema
Sin pretender hacer una tesis sobre cómo comenzó la actual crisis de semiconductores o chips, lo que sí podemos decirte es que en realidad la situación actual viene de lejos, viéndose agravada con la pandemia del COVID 19. La fabricación de semiconductores, copada principalmente por Intel, Samsung y TSMC, ya mostraba serios problemas para satisfacer la creciente demanda de chips de última generación, una situación que terminó de explotar con la obligada reducción de la oferta debido a la paralización de fábricas y transporte a causa del COVID 19.
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La industria del automóvil no había sido un gran demandante de chips de última generación hasta hace poco tiempo, pero con el auge de la digitalización, un coche moderno nada tiene que envidiar a un teléfono móvil, tablet, PC o centro de datos. Procesadores de vanguardia, modems 4 y 5G, memorias de alta velocidad, pantallas por doquier… todos elementos que requieren de semiconductores, y no cualesquiera. Teniendo en cuenta esto, y aunque las fábricas trabajan con estrategias que les procuran el abastecimiento permanente, la inesperada situación actual y la falta de stock de semiconductores, está paralizando literalmente las líneas