El Land Rover Defender clásico es un mito del todoterreno. En 1948, 42 años antes de llamarse Defender y 30 años antes de que Land Rover existiese como marca independiente, el Land Rover original fue el primer vehículo 4×4 de la historia del automóvil diseñado para uso civil, lo que lo convierte en el primer todoterreno moderno (con permiso del Jeep americano, pensado para uso militar) y en el padre de todos los todoterrenos y SUV que vinieron después. Además de recorrer sus detalles y su increíble historia a través de las anécdotas más importantes de sus más de 70 años, nos planteamos la pregunta de si era tan buen todoterreno como dice la leyenda y lo enfrentamos al nuevo Defender 90 de 2021, con toda su electrónica, para ver quién es más fuerte contra obstáculos complicados. Además, os lo contamos en vídeo.
Un abismo generacional separa a estos dos vehículos, un abismo que va desde el vehículo más puro y simple de trabajo, sin concesiones, al SUV de lujo exclusivo que supera (en el caso de la unidad de prueba) los 100.000 € de precio y lleva electrónica suficiente para enviar un cohete a la luna.
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Land Rover Defender 90 clásico: la increíble historia de una máquina de trabajo
La historia del Land Rover comienza en 1948. Tras la segunda guerra mundial, la compañía británica Rover se disponía a reanudar la fabricación de sus berlinas de lujo pero se encontró con dos problemas: no tenían acero y no tenían clientes suficientes como para comprar los coches que habían fabricado hasta entonces. En un momento de escasez, las berlinas de lujo no tenían sentido.
Rover decide fabricar un vehículo basado en la idea del Jeep americano, pero para uso civil en el campo y en la industria. Se trata