Hay elementos del coche que no afectan al funcionamiento del vehículo pero que son muy importantes. Esto es porque sirven para identificar al coche, así que hay que mantenerlos en orden y en perfecto estado. La matrícula es uno de estos elementos que han de estar siempre en perfecto estado y sin manipular.
La matrícula identifica al vehículo y ofrece mucha información sobre el mismo, así que es importante que este visible y legible, sin manipulaciones ni imperfecciones graves. Las dos placas de la matrícula han de ser homologadas y realizadas por talleres autorizados. Además, han de estar situadas en el lugar correspondiente: en la parte delantera y la posterior y, por supuesto, ser idénticas.
En ocasiones, se puede recibir algún golpe en la placa de la matrícula que cause algún desperfecto en la misma. Aunque hay que saber que si no afecta a la legibilidad de la placa, no es necesario cambiarla, aunque sí que es conveniente cuando el número no se ve claro y puede llevar a confusión.
En el caso de que haya algún problema para identificar el número de una de las dos placas de matrícula, la multa puede ascender a 200 euros, aunque esta sanción no tiene pareja una sustracción de puntos. No hace falta que esté rota o muy dañada. Basta que la placa esté muy sucia y que esta suciedad impida la lectura correcta de la matrícula.
Pero la sanción más dura se aplica cuando se detecta que se ha manipulado la matrícula. Bien sea el número, las letras o cualquier otro elemento que figure en la placa. Si un agente de la Guardia Civil o cualquier otro cuerpo de seguridad detecta este problema, puede sancionar al propietario del vehículo con una multa de 6.000 euros y la sustracción de 6 puntos del carnet.
No vale la pena arriesgarse a sufrir ninguna de estas sanciones, así que si la matrícula se encuentra en mal estado y es difícil identificar los números de la matrícula, hay que ir a un taller y solicitar una nueva placa. El coste es muy bajo y evita futuros problemas.
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Curiosidades de las matrículas
Como curiosidad, te recordamos que en España las matrículas tienen un número de 4 dígitos y tres letras. Las letras son todas consonantes y no hay vocales. Esto evita problemas con palabras malsonantes o una interpretació errónea (como puede ser ANO) y siglas de organismos oficiales (como CNI). Ademas se evitan nombres propios como ANA y otras combinaciones que pueden resultar confusas.
No se utilizan tampoco la Q ni la Ñ, ya que la primera puede confundirse con la O y la Ñ no se utiliza en los alfabetos internacionales, así que su uso está limitado a España y no se usa en matrículas. Esto demuestra la importancia de las matrículas e indica por qué debe estar siempre visible.