El Gobierno de Pedro Sánchez a Bruselas pedirá extender, previo acuerdo político, el pago por uso no solo de las autovías y autopistas estatales, sino también de las regionales a partir de 2024. Y no es un globo sonda.
Así se recoge, según publica El País, en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Ejecutivo Central que ya se adelantó hace unos días. El objetivo: establecer un sistema de ingresos que cubra los gastos de la red viaria, ahora que se han empezado a subir las barreras de las autopistas de peaje.
Afectará a todos los usuarios, no solo transportistas
Este mecanismo de pago, que lleva sondeando el debate de las infraestructuras años, implicaría extender el pago por uso a todas las carreteras de gran capacidad del país, tanto nacionales como regionales.
Incluir estas últimas supondrá 14.000 km extras de peajes y contar con el consenso de las Administraciones autonómicas para su implantación.
Según explica El País, no se contempla incluir las carreteras locales o comarcales, solo las de alta capacidad, y que serán «tarifas asumibles».
Este pago por uso se implantaría a partir de 2024 y de forma «progresiva», y afectará a todos los usuarios (nacionales y extranjeros), en contra de lo que se propuso en un primer momento: que solo pagaran los usuarios que se benefician de su uso, como los transportistas.
«La imposición de un pago por uso permitiría garantizar la conservación de la red viaria, además de generar incentivos hacia la mayor eficiencia en este modo de transporte, lo que a su vez redunda en una minoración de las emisiones de gases de efecto invernadero”, se explica en el plan remitido a Bruselas y publicado en El País.
En este escenario, en el que cualquier usuario particular podría empezar