Cualquier modelo nuevo que llega al mercado tiene que hacer el paso previo de pruebas extremas para probar como se comporta tanto su mecánica como los distintos componentes a temperaturas extremas, tanto en condiciones de frío como de calor, momento en el que los probadores de las marcas trasladan los vehículos a localizaciones del norte para frío o al sur e incluso el desierto para el calor. Pero esta vez Lexus nos ha querido mostrar como su LC Cabrio se comporta en condiciones de frío extremo, pero de una manera un tanto particular.
Antes de explicar como lo han hecho cabe recordar las características del modelo ante el que nos encontramos. El Lexus LC Cabrio como buen vehículo del segmento premium equipa una capota que podría considerarse de las mejoras, sino la mejor, del mercado. Hace uso de una capota de tela compuesta por cuatro capas, siendo una exterior 100% acrílica a la que se aplica un compuesto para conseguir un tejido hidrófugo, seguida de una segunda con aislamiento, una tercera de textil y una cuarta capa fabricada en piel.
La capota de tela del Lexus LC Cabrio es de las más rápidas en realizar la operación de apertura y cerrado, tan sólo tarda en realizar ambas en 15 segundos, y lo puede hacer también en movimiento siempre y cuando no se superen los 60 km/h. Además, en caso de que circulemos con la capota abierta y el fresco se nos eche encima, podemos hacer uso de los asientos y el volante calefactables así como del climatizador del que también forman parte las salidas de aire situadas en los reposacabezas de los asientos.
Para comprobar que estos componentes funcionaban a la perfección, además del vehículo en general en una prueba realizada en un circuito, el equipo de pruebas de Lexus se trasladó al Reino Unido para introducir al LC Cabrio en la cámara climática del Millbrook Proving Ground, una instalación de 468 m3 que se utiliza para probar equipos de defensa y vehículos de carretera en un entorno controlado con temperaturas que puede oscilar entre los -60 ºC y los +85 ºC con una humedad relativa de hasta el 98%.
Pero para darle un poco de emoción a esta prueba, el Lexus LC Cabrio fue rociado previamente con agua para provocar la formación de hielo sobre su carrocería y, una vez hecho esto, se introdujo en la cámara a una temperatura de -18 ºC (cifra estándar para evaluar el rendimiento de descongelación y suficiente para congelar incluso el caucho) y se dejó en su interior durante toda la noche. A la mañana siguiente el piloto profesional de acrobacias Paul Swift se puso a los mandos congelados del LC Cabrio y giró la llave del contacto, haciendo que cobrara vida sin mostrar efectos negativos provocados por el frío extremo.
Como era de esperar, y para alivio del equipo de Lexus, Paul Swift transmitió en todo momento sensaciones positivas a pesar de estar sentado en un entorno para agradable para la conducción. Según sus propias palabras y tras producirse el arranque de su motor V8 de 457 CV, el sistema de climatización y tanto el volante como el asiento calefactable funcionará al perfección empezando a notar calor casi al instante y, posteriormente en las montañas de Millbrook, el LC Cabrio se comportó a la perfección a pesar de estar todavía descongelado.