Los coches eléctricos están viviendo un fuerte auge. Después de haber iniciado su andadura como coches sólo destinados a unos pocos bolsillos pudientes, los coches eléctricos baratos se aproximan poco a poco al resto de la sociedad.
Uno de estos coches eléctricos para el pueblo (en un guiño al pasado de la marca) es el Volkswagen ID.3. Nos hemos subido a él y pudimos comprobar de primera mano que la calidad del habitáculo no es tan buena como nos gustaría. Volkswagen ha respondido y ya promete un interior del ID.3 con mejores acabados.
Un Volkswagen ID.3 con un interior mejorado ya está en camino
Al Volkswagen ID.3 hay que reconocerle el mérito. El compacto eléctrico es un coche relativamente barato con un precio que ya se acerca a la barrera de los 30.000 euros, pero también que la calidad de su interior se ha visto condicionada para mantener un precio lo más bajo posible. Mucho plástico duro a la vista y al tacto.
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La navaja de Ockham de los nuevos coches eléctricos que quieren ser baratos: baterías grandes, interiores de pena
La utilización de plásticos duros y lisos, además de una configuración general bastante espartana donde los botones físicos brillan casi por su total ausencia en favor de una pantalla le han valido un buen puñado de críticas en quienes esperan algo más elaborado