Ya hemos probado la nueva Renault Kangoo, un vehículo de pasajeros derivado de una carrocería industrial que viene a remplazar al carismático Renault Scénic, desaparecido del mercado hace meses en su versión de 5 plazas. La nueva Kangoo llega con la difícil misión de ser creíble como «turismo monovolumen» con el suficiente grado de confort, calidad y equipamiento para plantearse como coche familiar de pleno derecho. Mi primera impresión es que es un coche tan amplio y práctico que, si la compra de coche fuese un acto puramente racional y no emocional, los SUV tendrían mucho que temer. ¡Empezamos!
Las ventas del segmento monovolumen han sido devoradas por los SUV, así que a las marcas ya no les compensa fabricarlos. Lo que sí les compensa es aprovechar un vehículo industrial, que se venderá por millones, para generar una versión familiar más funcional, versátil amplia y barata que cualquier SUV comparable. Eso es el Renault Kangoo.
Diseño exterior del nuevo Renault Kangoo
El frontal del nuevo Kangoo nos ofrece una cara amigable y diferente al resto de la gama. Se diría que es un Renault sencillo, como los de hace algunos años, ya que no incorpora los faros comunes al resto de la gama con una lágrima en forma de «C».
Este tipo de coches tienen una enorme superficie frontal, que en este caso cuneta con más de 1,80 de altura y más de 1,90 de anchura, por lo que habrá que apartar una gran cantidad de aire para avanzar. Para atenuar un poco este efecto, Renault le ha dado una curiosa forma trapezoidal en la que las paredes laterales convergen ligeramente hacia la parte superior, estrechando el techo, para arañar un poco de esa inevitable superficie frontal.
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Con 4.486 mm de largo, 1.919 mm de ancho y 1.838 mm de