Volkswagen lanzó su primer coche con aspiraciones deportivas en el año 1976. Se trataba del primer Golf GTI. Un compacto que rendía 110 CV en un bloque de 1,6 litros y 800 kilos protagonizaba el origen de esa ambición deportiva de la marca, que ha sido la semilla de la gama “R”, la protagonista de hoy.
Haciendo un breve paso por la historia para llegar a lo que hoy conocemos como la familia “R” debemos pasar por varios modelos que han tenido gran importancia a lo largo de los años. Tras el Golf GTI MK1 y el Golf GTI MK2, apareció el Golf G60, con nada más y nada menos que 160 CV, tracción cuatro y compresor volumétrico. Un coche muy revolucionario por entonces.
En la tercera generación del Golf apareció el VR6. El compacto por entonces más picante de la marca, montaba un bloque de seis cilindros, tracción Syncro y 174 CV que compartía con su hermano coupé, el Corrado.
La cuarta entrega del Golf fue la primera en incorporar la “R” con el R32. El Volkswagen Golf R32 tenía un motor seis cilindros al igual que su antecesor el VR6, pero aumentaba su cilindrada hasta los 3.2 litros -como su propio nombre indica- desarrollando 241 CV que, acompañados de la por entonces nueva caja DSG lo han convertido en un futuro «youngtimer». De este Golf en adelante, todos los “R” montan la tracción 4motion.
El 40% de las ventas en la gama “R” monta la caja DSG
La quinta generación del Volkswagen Golf también se denominó R32 y tenía 250 CV transmitidos directamente a las cuatro ruedas y un par máximo de 320 Nm, una cifra que hasta a día de hoy sigue siendo muy buena.
De ahí en adelante, el “32” desaparecía de las siglas, quedándose únicamente la “R” que hoy conocemos. Esta sigla ha sufrido varios cambios de diseño a lo largo de su vida. La primera “R” adornó por primera vez la trasera de un Volkswagen Golf en 2002, concretamente en la cuarta entrega del modelo. Su diseño se renovó en 2010 y se mantuvo inalterada hasta 2019, convirtiéndose en el logo que hoy podemos ver en sus modelos más actuales.
Actualmente contamos con la gama “R” más extensa hasta la fecha, ya que tenemos 7 modelos diferentes dentro de ella: T-Roc R, Golf R, Tiguan R, Arteon R, Arteon Shooting Brake R, Touareg R y, por último, el próximo Golf R Variant, del que ya os hablamos hace unos meses.
Las arquitecturas del grupo en las que podemos ver la gama “R” son dos: la MLB, de la que forma parte el Touareg y la ya archiconocida plataforma MQB, en la que se basan el Golf, el Arteon, el Tiguan y el T-Roc.
Una de las mayores novedades que se trataron en el evento fue el R-Performance Torque Vectoring, un sistema lanzado en el nuevo Volkswagen Golf R capaz de transmitir el 100% del par a la rueda externa trasera y que, acompañado del nuevo “Modo Drift”, nos hace posible derrapar y darnos una buena alegría al cuerpo.
El sistema Haldex que antes montaban los Golf R solo era capaz de absorber el 50% de la tracción total del vehículo
Una de las grandes premisas que forman parte de la gama “R” es el ahorro de peso. Por ello desde Volkswagen, se ofrecen extras a sus clientes como el escape de titanio Akrapovic, que además de transmitir un sonido que es toda una delicia, permite reducir 7 kilos el peso en el Golf y en el T-Roc y 10 kilos en el Tiguan.
En el nuevo Volkswagen Golf R, además de montar el sistema de escape ya mencionado, contamos con un nuevo sistema de frenado de con discos perforados de 357 mm con el centro en aluminio. Que el centro sea de este material, hace que sea posible ahorrar 600 gramos por cada disco. Otra de las muestras del interés de la marca en cuidar los detalles de esta gama.
En Volkswagen R se ha trabajado en los muelles, barras estabilizadoras e incluso la geometría del eje delantero, consiguiendo de esta manera que sus modelos tengan una mejor mordiente a la hora de atacar una curva, sean más precisos y más estables.
Los Volkswagen Arteon R y Arteon Shooting Brake R son la última novedad en esta familia, que además de contar con frenos R Performance como el Golf, tienen la posibilidad de montar asientos tipo backet y, como guinda del pastel, se ofrece la posibilidad de aumentar el limite de velocidad hasta los 270km/h.
El tren motriz híbrido enchufable del Volkswagen Touareg R le convierte en uno de los modelos más polivalentes de la gama. Gracias a este, es posible circular por la ciudad en modo 0 emisiones o hacer el 0-100 en 5,4 segundos gracias a sus 462 CV. Entre su equipamiento más destacado se encuentran los faros IQ Light Led Matrix y una frenada de 6 pistones y discos de 375 mm.
El Volkswagen Tiguan R, ofrece la suspensión adaptativa de serie, que combinado con el R-Performance Torque Vectoring, y la mecánica 2.0 TSI que comparte con el Golf, ofrece un rendimiento sobresaliente.
El veterano de la gama deportiva del fabricante de Wolfsburgo es el Volkswagen T-Roc R, -además de ser el de menor potencia-. En el que podemos montar como extras destacables unas llantas de mayor tamaño o el sistema de escape Akrapovic. A pesar de montar el mismo propulsor que sus hermanos, el T-Roc desarrolla 300 CV, 20 menos que el resto de la familia.
Llegó el plato fuerte: bienvenido Volkswagen Golf R
Tras una breve pincelada por los modelos actuales que forman la familia “R”, vamos a hablar de las novedades del niño mimado. El Golf R.
El nuevo Volkswagen Golf R, además de montar el nuevo sistema R-Performance Vectoring del que ya hemos hablado o el sistema de escape Akrapovic, cuenta con una dirección más progresiva, launch control, suspensiones adaptativas y pronto existirá la posibilidad de calzarlo con neumáticos Michelin Pilot Sport Cup 2.
El opcional más interesante de este modelo es el Paquete Performance, compuesto por llantas de 19 pulgadas, alerón sobredimensionado y los dos nuevos modos de conducción: Drift y Special.
El Modo Special ha sido calibrado específicamente en el circuito de Nürburgring, en el que se optimiza de una manera aun mayor la tecnología que equipa el compacto deportivo de la marca. Este ofrece un calibrado diferente del acelerador así como de la suspensión y la posibilidad de que el acto de cambiar de marcha quede completamente en manos del conductor, es decir, que si no queremos que el coche cambie de marcha, no lo hará a menos que accionemos las levas.
La marca “R” de Volkswagen, además de aspirar a ser la facción prestacional, aspira a ser la de toque más premium, respetando siempre dos puntos claves en su ADN: más de 300 CV combinados con tracción integral 4motion.