El presidente de SEAT, Wayne Griffiths, es contundente: la inversión que debe realizar el Grupo Volkswagen en España para el desarrollo de una planta dedicada a la fabricación de baterías para coches eléctricos está supeditada a que efectivamente se vendan coches eléctricos. Y para lograr ese fin, el Gobierno y las Comunidades Autónomas deben acelerar la concesión de ayudas a la compra.

Tras la presentación del nuevo CUPRA Born, Griffiths respondió a los medios y aprovechó para poner sobre la mesa el problema que se le echa encima a SEAT: sin ventas de coches eléctricos, la producción de Martorell y los futuros planes de la empresa pueden verse comprometidos en aspectos básicos.
La intención del Grupo Volkswagen es fabricar en Martorell más de 500.000 coches eléctricos al año, pero este proyecto está supeditado a que el Gobierno dé su apoyo a la automovilística, incentivando la compra de coches eléctricos.

«Antes de hablar de fábricas de baterías, empecemos a vender coches eléctricos». Con estas palabras, Griffiths recuerda que España está a la cola de Europa en ventas de coches eléctricos, sólo por delante de Grecia, con un 5 % de unidades vendidas.

Para el presidente de SEAT, el nuevo Plan MOVES III va «en la buena dirección», en la línea que necesita el sector, pero en opinión de Griffiths estas ayudas deberían ser más ágiles para los compradores, de manera que les llegaran con más rapidez y sirvieran como incentivo real.

En ese sentido, el máximo representante de SEAT ya lanzó un aviso en marzo con el objeto de ver aumentar las ayudas a la compra, de manera que aumentara

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