Por primera vez puedes comprate un Toyota RAV4 híbrido enchufable, una novedad muy importante ya que pretende convertirse en la alternativa de todos aquellos que buscan sacar más provecho del RAV4 en modo eléctrico y ganar un plus de prestaciones. Pero dar el salto del RAV4 al RAV4 PHEV no es un todo ventajas, pues la diferencia de precio es abultada, y por ello hoy vamos a analizar si merece la pena comprar un Toyota RAV4 PHEV o mejor quedarse con su opción no enchufable
A priori, optar por el Toyota RAV4 PHEV es un todo ventajas, hasta que te fijas en el precio…
El Toyota RAV4 es sin lugar a dudas uno de los SUV híbridos de referencia, y es que el modelo lo ha apostado todo a esta tecnología con dos versiones no enchufables: 4×2 con 218 CV y 4×4 con 222 CV. Pues bien, desde este mismo instante el RAV4 también puede comprarse con una tercera opción híbrida enchufable, con tracción 4×4 y una potencia máxima que alcanza los 306 CV. Se trata de una versión que pretende ir un paso más allá en materia de consumos sacando provecho de los 75 km de autonomía eléctrica WLTP que posibilitan sus baterías de 18,1 kWh.
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La receta de Toyota para presentarnos esta nueva versión es bastante fácil de entender, y es que mientras en lo referente a diseño y equipamiento apenas hay cambios con respecto a cualquier otro RAV4, en el apartado técnico sí que hay importantes diferencias. La más evidente es precísamente la que encontramos en las baterías, pasando de 1,6 a 18,1 kWh de capacidad, pudiendo recargarla de forma externa mediante una toma AC de hasta 6,6 kW (2,5 horas). Este cambio se ve además acompañado de una mejora del motor híbrido para ganar