Puede que ahora no te suene de nada, pero no tardaremos demasiado en verlo en los titulares. El Airspeeder Mk3 es el primer coche de carreras volador eléctrico del mundo y acaba de completar los primeros vuelos de prueba. Está, por lo tanto, listo para la carrera que tendrá lugar a finales de este año.
Con un morro prominente y la cabina ubicada en la parte posterior del aparato, se trata de un diseño que nos recuerda a los coches de los años cincuenta y está enfocado a obtener los mejores resultados aerodinánicos posibles. Está hecho de fibra de carbono, pesa 130 kilos y será capaz de alcanzar altitudes de casi 500 metros. Su potencia máxima será de 320 kW, podrá alcanzar hasta 200 km/h y pasará de 0 a 100 km/h en 2,8 segundos.
Paradas en boxes
Al tratarse de un vehículo eléctrico, el Airspeeder Mk3 tendrá una autonomía eléctrica que oscilará entre los diez y los quince minutos con una única carga. Puede parecer un tiempo breve, pero lo cierto es que estos coches voladores están diseñados para que las baterías se puedan cambiar fácilmente. Sí, en estas carreras habrá paradas en boxes como en la Fórmula 1: los equipos podrán cambiar las baterías en 20 segundos o menos.
Las primeras pruebas del Airspeeder Mk3 se han llevado a cabo sin un piloto dentro de la aeronave ya que se controló de forma remota. El escenario ha sido un lugar no revelado, pero ubicado en el desierto de Australia del Sur. Según la compañía, contaron con la supervisión de la Autoridad de Seguridad de la Aviación Civil (CASA) del país oceánico.
Alauda Aeronautics y Airspeeder
Todo comenzó en 2019 cuando el millonario australiano Matt Pearson fundó dos compañías: Alauda Aeronautics y Airspeeder. Su objetivo no era otro que crear la primera competición de coches